Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente TODA LA PLENITUD DE LA DEIDAD, y vosotros estáis COMPLETOS en él, que es la cabeza de todo principado y potestad. (Colosenses 2:8-10)